Isabel II, antes princesa, pasa a ser reina, casándose con su primo Francisco de Asís, tras ser descartados otros candidatos con gran poder político y aristocráticos. Todo esto se ve envuelto en una sucia conspiración, viéndose reflejado en su totalidad la compleja vida de los españoles (guerras, política, vida cotidiana, reacciones populares) a lo largo del agitado siglo XIX.